Jose Felix 26/3/2012, 00:15
Pues lo teníamos que haber hecho al revés, pero... ¡¡¡ lo pasamos genial, y hasta el tiempo nos acompañó!!!.
Pues efectivamente, la conclusión es que dentro de 15 o 20 años, -cuando volvamos a repetir esta Senda-, lo haremos dejando el punto de inicio / final en el pueblicito de abajo, para "empezar con la subidita más dura", y luego que sea "coser y cantar"; Conchi: ¿verdad que se agradecerá?;
y sobre todo para evitar ese duro golpe que sufrió Jesús al comprobar que el Bar estaba cerrado.
Con el cambio de la señalización, la Senda fue algo más larga que en otras ocasiones, dado que nos hicieron llegar hasta la cumbre del Curavacas para empezar el descenso, pero gracias a esto, pudimos ver otras panorámicas, además de llegar a un pueblo, -donde almorzamos-, con unas casas
Señoriales con fantásticos escudos en sus fachadas.
Tina y las y el par de Hermanas nos dieron toda una crónica de los vestidos que sus amigas (y ellas mismas) utilizan para las Bodas y otros eventos, (a a Jesús y a mí, nos dieron pié para hablar de otros asuntos totalmente ajenos a estas eventualidades, y pudimos adentrarnos en un tema -que en su día os daremos a conocer-, de relevante interés para todo el grupo.
Una vez llegados a orillas del Ebro, almorzamos y luego siguiendo -cauce arriba-, Jesús y Yo vimos algún animalillo silvestre, (cosa extraña en un día como hoy, dado que todas las especies irracionales estan concentradas en las Elecciones regionales).
Luego de la subidida por la Vía Romana, buscamos una sombra para degustar la comida, -por cierto:
Tima se prepara unos bocatas que dan envidia, y "el trío voltereta", llevaban una amplísima gama de productos gastronómicos que dejan chico al mismisimo Arzak, pero como siempre: La mejor de las mejores,... que es "como el trigo entre las flores",... Conchita, -la Zapa- de mis amores;
(no veáis que surtido llevaba en su mochila).
Ya a la vuelta, paramos en Cernégula a tomar un cafetillo y dar una vuelta por la Laguna de las Brujas.
Lo pasamos como "Los Moros", (a Jesus ya mí nos tocaban tres por cabeza), pero como son unas Tías Geniales y valen por 10 cada una, nos sentíamos como en un Haren.
Saludos
Capitan Haddock.