¡ Qué felices nos las prometíamos Conchi y yo el viernes ante la masiva ausencia de la tropa por diversos motivos ( compromisos familiares, festivos y laborales). Con una vueltita por Fuentes Blancas con vermú incluido nos dábamos por satisfechos. Y a comer a casa, como Dios manda.
Empecé a comprender que la cosa no sería así al llegar al Benidorm. A pesar del frío reinante y la amenaza de temporal, 6 valientes nos juntamos para ver qué ruta hacíamos: " Que si subimos al Mencilla, que si el ferrocarril minero, que si Fuentes Blancas es muy flojo)... y al final terminamos en Palazuelos de la Sierra para hacer una ruta de " solo" 15 ó 16 kilómetros, " algo suaave ".
El principio de la ruta nos fue avisando de lo que nos esperaba: una dura subida que nos ascendió hasta los 1400 metros de altura nos hizo desperezarnos del sueño y el frío reinante. Miguel, a falta de Valentín, se convirtió en el modelo improvisado y sex- simbol del dia.
Según vamos ganando altura, la nieve va cobrando más protagonismo: primero 5, luego 10,15,hasta 25 centímetros que nos endurecía de sobremanera la ruta. Entramos en un sendero entre pinos para, poco a poco, rodearnos de hayas. El paisaje está lleno de magia, encantador, nos envuelve. Fotos y más fotos ( a pesar de no tener a las profesionales en ruta). Parada en medio del hayedo para almorzar algo ( a pesar de estar en los dominios de Braulio no hubo exquisiteces), y brindar por el buen humor del grupo. Empieza a nevar; la niebla nos envuelve poco a poco. Salimos del hayedo para volver a entrar en zona de pinos . Entramos en una pradera donde el viento, la nieve y los neveros hacen de las suyas. Avanzamos lentamente sobre 40 centímetros de nieve. El avance se hace duro. Volvemos a entrar en zona de pinos que nos protegen del fuerte y frio viento reinante. Al fondo vimos unos todo terreno con problemas, al acercarnos, una de sus ocupantes nos obsequió con una hermosa ( y para algunos conocida )vista. Casi aplaudimos de la emoción. Aunque los hombres fuimos un poco caballeros y sólo miramos con el rabillo del ojo. Después de éste estimulante encuentro, continuamos con renovados ánimos hasta salir, unos cuantos kilómetros más adelante, al final del bosque y al principio de nuestra congelación. El viento arrecia de sobremanera, la nieve, que luego se convierte al descender en lluvia, nos empapa y la niebla cerrada hacen que el paisaje sea lunar pero con un gran encanto. Descendemos decididamente en busca de Palazuelos cuando otro obstáculo ( ya familiar para nosotros) nos espera: cruzar un caudaloso río. Por fortuna, unas ramas nos ayudan a salvar el último obstáculo para finalizar , con 22 kilómetros un recorrido único, precioso y duro.
Enhorabuena a los participantes de la ruta, que se comportaron como unos campeones. Conchi, Ascen, Miguel, Lola y Jesús, os habéis ganado el título de montañeros.
¡¡¡¡Feliz semana a todos!!!
Empecé a comprender que la cosa no sería así al llegar al Benidorm. A pesar del frío reinante y la amenaza de temporal, 6 valientes nos juntamos para ver qué ruta hacíamos: " Que si subimos al Mencilla, que si el ferrocarril minero, que si Fuentes Blancas es muy flojo)... y al final terminamos en Palazuelos de la Sierra para hacer una ruta de " solo" 15 ó 16 kilómetros, " algo suaave ".
El principio de la ruta nos fue avisando de lo que nos esperaba: una dura subida que nos ascendió hasta los 1400 metros de altura nos hizo desperezarnos del sueño y el frío reinante. Miguel, a falta de Valentín, se convirtió en el modelo improvisado y sex- simbol del dia.
Según vamos ganando altura, la nieve va cobrando más protagonismo: primero 5, luego 10,15,hasta 25 centímetros que nos endurecía de sobremanera la ruta. Entramos en un sendero entre pinos para, poco a poco, rodearnos de hayas. El paisaje está lleno de magia, encantador, nos envuelve. Fotos y más fotos ( a pesar de no tener a las profesionales en ruta). Parada en medio del hayedo para almorzar algo ( a pesar de estar en los dominios de Braulio no hubo exquisiteces), y brindar por el buen humor del grupo. Empieza a nevar; la niebla nos envuelve poco a poco. Salimos del hayedo para volver a entrar en zona de pinos . Entramos en una pradera donde el viento, la nieve y los neveros hacen de las suyas. Avanzamos lentamente sobre 40 centímetros de nieve. El avance se hace duro. Volvemos a entrar en zona de pinos que nos protegen del fuerte y frio viento reinante. Al fondo vimos unos todo terreno con problemas, al acercarnos, una de sus ocupantes nos obsequió con una hermosa ( y para algunos conocida )vista. Casi aplaudimos de la emoción. Aunque los hombres fuimos un poco caballeros y sólo miramos con el rabillo del ojo. Después de éste estimulante encuentro, continuamos con renovados ánimos hasta salir, unos cuantos kilómetros más adelante, al final del bosque y al principio de nuestra congelación. El viento arrecia de sobremanera, la nieve, que luego se convierte al descender en lluvia, nos empapa y la niebla cerrada hacen que el paisaje sea lunar pero con un gran encanto. Descendemos decididamente en busca de Palazuelos cuando otro obstáculo ( ya familiar para nosotros) nos espera: cruzar un caudaloso río. Por fortuna, unas ramas nos ayudan a salvar el último obstáculo para finalizar , con 22 kilómetros un recorrido único, precioso y duro.
Enhorabuena a los participantes de la ruta, que se comportaron como unos campeones. Conchi, Ascen, Miguel, Lola y Jesús, os habéis ganado el título de montañeros.
¡¡¡¡Feliz semana a todos!!!